miércoles, 11 de noviembre de 2015

¡Está bien!

Mi opinión personal:
Otro homenaje y agradecimiento a la vida como en "En paz" no en el ocaso como en éste sino, simplemente, en el presente, en saberse partícipe de este camino llamado "vida".

¡Está bien!

Porque contemplo aún albas radiosas
y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas
en que tiembla el lucero de Belén,
y hay rosas, muchas rosas, muchas rosas
gracias, ¡está bien!

Porque en las tardes, con sutil desmayo,
piadosamente besa el sol mi sien,
y aun la transfigura con su rayo:
gracias, ¡está bien!

Porque en las noches una voz me nombra
(¡voz de quien yo me sél), y hay un edén
escondido en los pliegues de mi sombra:
gracias, ¡está bien!

Porque hasta el mal en mí don es del cielo,
pues que, al minarme va, con rudo celo,
desmoronando mi prisión también;
porque se acerca ya mi primer vuelo:
gracias, ¡está bien!

lunes, 10 de agosto de 2015

Deidad

Mi opinión personal:
¿Qué implica ser divino? Tal vez la divinidad es inherente a nuestra naturaleza pero, si es así, está "oculta" de nosotros mismos y nuestro trabajo será "desenterrarla" de donde esté. Poseemos una vida completa para "descubrirla" pero no deberíamos esperar que la tarea sea fácil pues aún a nuestros razonamientos y sentidos les cuesta detectarla. ¿Pagaremos el precio? El premio se antoja deslumbrante.

Deidad

Como duerme la chispa en el guijarro
y la estatua en el barro,
en ti duerme la divinidad.
Tan sólo en un dolor constante y fuerte
al choque, brota de la piedra inerte
el relámpago de la deidad.

No te quejes, por tanto, del destino,
pues lo que en tu interior hay de divino
sólo surge merced a él.
Soporta, si es posible, sonriendo,
la vida que el artista va esculpiendo,
el duro choque del cincel.
¿Qué importan para ti las horas malas,
si cada hora en tus nacientes alas
pone una pluma bella más?
Ya verás al cóndor en plena altura,
ya verás concluida la escultura,
ya verás, alma, ya verás...

viernes, 24 de julio de 2015

Azrael

Mi opinión personal:
Azrael es el ángel de la muerte en la religión judía y en la musulmana, es quien se encarga de recibir las almas y guiarlas para ser juzgadas. Este poema refleja, pues, un deseo del protagonista por ser recibido ¡ya!. ¿Qué sentirá un hombre con ese deseo? ¿Hartazgo de la vida o satisfacción y confianza en el veredicto pues se sabe que ha obrado bien? No lo deja en claro el poema. Podría ser simplemente aceptación del fin inminente y se invoca a la divinidad que apresure el paso de una agonía no descrita.
Pero, como siempre, buena métrica y rima para expresarlo.

Azrael

Azrael, abre tu ala negra, y honda,
cobíjeme su palio sin medida,
y que a su abrigo bienhechor se esconda
la incurable tristeza de mi vida.

Azrael, ángel bíblico, ángel fuerte,
ángel de redención, ángel sombrío,
ya es tiempo que consagres a la muerte
mi cerebro sin luz: altar vacío...

Azrael, mi esperanza es una enferma;
ya tramonta mi fe; llegó el ocaso,
ven, ahora es preciso que yo duerma...
¿Morir..., dormir..., dormir...? ¡Soñar acaso!